El rendimiento debe ser una preocupación principal para todo cultivador, especialmente en el cultivo de exterior, donde los factores ambientales pueden variar ampliamente. Las semillas de cannabis de exterior ofrecen rendimientos variables, que dependen en gran medida de varios factores interconectados.
Clima y condiciones ambientales: la cantidad de luz solar directa, la calidad del suelo, la disponibilidad de agua, y la temperatura son cruciales. Las plantas de cannabis necesitan un mínimo de horas de luz para florecer, por lo que la latitud y el clima local influirán decisivamente. Además, temperaturas extremas, ya sean muy altas o bajas, pueden afectar adversamente el crecimiento y el rendimiento.
Técnicas de cultivo: la implementación de técnicas avanzadas de cultivo como la poda, el entrenamiento de plantas (LST, ScrOG, o topping), y una fertilización adecuada son esenciales para maximizar el rendimiento. Estas técnicas ayudan a gestionar la forma y el tamaño de las plantas, promoviendo un crecimiento más uniforme y una mayor exposición a la luz solar, lo que se traduce en un aumento de la producción de flores.
Control de plagas y enfermedades: un control efectivo de plagas y patógenos es vital, ya que estos problemas pueden devastar rápidamente un cultivo. El uso de variedades resistentes, así como prácticas de cultivo preventivas, son recomendables para mantener la salud de las plantas y asegurar un rendimiento óptimo.
Nutrición y riego: la cantidad y el tipo de nutrientes, junto con un programa de riego adecuado, son fundamentales. Un equilibrio correcto de macronutrientes y micronutrientes específicos para las fases de crecimiento y floración puede impulsar significativamente la producción y calidad del cannabis.
Espaciamiento entre plantas: la densidad de siembra debe ser cuidadosamente planificada para evitar la competencia excesiva por recursos. Un espaciamiento adecuado permite un desarrollo óptimo de las plantas y una mejor circulación del aire, reduciendo el riesgo de problemas fúngicos y mejorando la eficiencia de la fotosíntesis.
Duración del ciclo de cultivo: las variedades con ciclos más cortos pueden permitir más de una cosecha por temporada en algunos climas, lo que puede ser estratégico para maximizar el rendimiento anual. Sin embargo, esto debe equilibrarse con las necesidades específicas de cada variedad y las condiciones ambientales.
Un espacio de cultivo exterior bien manejado puede rendir entre 300 y 600 gramos por planta. En condiciones ideales y con genética de alto rendimiento, algunas plantas pueden incluso superar estos números sin problemas.